Niños y niñas que han nacido con una malformación congénita del corazón y que quieren correr y jugar tienen ahora la esperanza de una vida mejor gracias al programa en conjunto de la Fundación Aldo Castañeda y Hospital El Pilar.

Guatemala, febrero 2024.- La Unidad Cardiovascular del Hospital El Pilar, desde el año 2023 viene apoyando a la Fundación Aldo Castañeda en la prevención y atención de menores con enfermedades del corazón para ofrecerles una mejor calidad de vida.

“Nuestra labor va más allá de lo hospitalario, no solamente innovamos para brindar a los pacientes y doctores lo mejor y lo último en la medicina actual, sino que además las ponemos a disposición de nuestra comunidad, proporcionando así, una oportunidad para ser tratados en el país, sin viajes que limiten sus tratamientos y bajo un cuidado médico igual o mejor que los ofrecidos a nivel internacional,” indica el ingeniero Daniel Visa, director ejecutivo de Hospital El Pilar

“Como hospital de primer mundo y derivado de nuestro impacto por mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, nos sentimos con la responsabilidad que tenemos hacia nuestra sociedad, de ofrecer más y mejores herramientas médicas en pro de su bienestar.  Indudablemente hay mucho por hacer, por ello el Hospital El Pilar ha iniciado y continuará desarrollándolo,” comenta el doctor Federico Ranero, director médico de Hospital El Pilar.

“A la fecha, han sido intervenidos 102 menores con problemas congénitos cardiacos, con el fin de garantizarles un futuro prometedor y dar un poco de alivio a familias de bajos recursos económicos al detectar de manera temprana problemas del corazón y hacer correcciones a tiempo para evitar enfermedades irreversibles,” relata el doctor Samuel Ramírez, cirujano cardiotorácico, de la Unidad de Cardiología del Hospital El Pilar.

Por su lado, el doctor Gonzalo Calvimontes, cardiólogo pediatra, de la Fundación Aldo Castañeda, indica que “esta iniciativa es un gran paso, ha habido tres intentos de formar un grupo cardiovascular, con cirugía de intervención, y nunca se había logrado. Es la primera vez que estamos trabajando en todos los ámbitos de la cirugía cardiovascular y cirugía pediátrica; cateterismos, electrofisiología pediátrica, entre otros…”

En el último año, la Fundación decidió extender sus programas sociales a los departamentos, que también era un sueño del doctor Castañeda para que el niño o niña recibiera la atención médica en su lugar de origen y no necesitara viajar a la Ciudad de Guatemala.

“Con esta visión, la Fundación empezó a establecer clínicas en los departamentos y se han inaugurado 10, principalmente en Occidente, de donde se refieren más los menores con cardiopatías, empezando con Quetzaltenango, San Marcos, Totonicapán, Quiché, Huehuetenango. Recientemente se han establecido otras clínicas en Antigua y Zacapa y próximamente se abrirá una en Cobán,” dice el cardiocirujano Ramírez.

El Pilar, el lugar ideal para brindar el soporte

El doctor Ramírez explica que el Hospital El Pilar es el adecuado para apoyar los programas sociales de la Fundación Aldo Castañeda por el desarrollo materno-infantil que ha alcanzado. “Contamos con una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales y otra de Cuidados Intensivos Pediátricos.  Con esta gama de servicios se consideró que era el lugar ideal para apoyar la labor de la Fundación”.

“A esto se sumó que El Pilar además de ser un hospital de la Asociación Española de Beneficencia en Guatemala,tiene un programa de responsabilidad social que da cabida a proyectos como el planteado por la Fundación Aldo Castañeda para darle atención a los niños con problemas del corazón, todo el hospital desde lo administrativo hasta el banco de sangre se ha volcado con la ayuda” expresa el doctor Ramírez.

El apoyo a la fundación se concretó a mediados del año pasado y se empezó a atender a niños en jornadas médicas. Había un trabajo logístico para traer a los menores desde su lugar de origen, ingresarlos al hospital acompañados de sus padres, lo cual creaba otro desafío. Por fortuna, la Casa Ronald McDonald, fue ideada para que los pacientes y sus familias pudieran estar unidos y cerca del hospital.

“Hemos hecho desde febrero del año pasado intervención cardiovascular por medio de cateterismo terapéutico para resolver defectos cardíacos congénitos como comunicación interauricular y comunicación interventricular, persistencia del conducto arterioso y algunos cateterismos de diagnóstico que se lograron resolver con estancia hospitalaria de 48 horas o menos sin complicaciones. Se hicieron nueve procedimientos a corazón abierto que el doctor Ramírez realizó con éxito,” agrega el doctor Calvimontes.

Casos de éxito

Dentro de los que destacan, se encuentra el de una paciente de 28 años que se operó durante su niñez en Estados Unidos por una fundación que apoyaba a menores con problemas congénitos del corazón y que ahora necesitaba de una segunda intervención porque tenía insuficiencia cardíaca y el control con medicamentos era difícil. “La examinaron en varios lugares, pero el riesgo de la cirugía era muy alto y no se comprometían a operarla; el único camino era llevarla de nuevo a Estados Unidos y sólo la podían atender si ella tenía los recursos económicos necesarios, pero la familia no los tenía, “explica el doctor Ramírez.

La joven fue atendida en un hospital nacional y de ahí fue enviada a El Pilar para examinarla y corregir el problema. “El caso se consultó con la Fundación Aldo Castañeda y también con la Junta Directiva del Hospital El Pilar, quienes decidieron apoyarla. Fue operada en los últimos días de diciembre y tuvo una recuperación rápida,” añade el cardiocirujano Ramírez.

Por su lado, el doctor Calvimontes indica “Tratamos también el caso de un pequeño de 2 años de Quetzaltenango, que venía con más de 6 neumonías previas por la enfermedad que tenía, su pronóstico era desalentador por una de las infecciones en el pulmón y además venía incubando COVID; al final salió bien de cirugía.  Otro caso de éxito fue el de otro niño con SíndromeDown, que ya lo habían desahuciado al considerarse no ser operable por alto riesgo; se le practicó un cateterismo de diagnóstico, se sometió a cirugía a corazón abierto y a los cinco días estaba en su casa.”

Con estos casos, los médicos, personal de enfermería y hospitalario en las diferentes unidades del Pilar han demostrado que se pueden recibir pacientes de alta complejidad, lo cual permite trabajar en conjunto con la Fundación Aldo Castañeda y cumplir con su misión no solamente de tratarlos en Guatemala, sino que ofrecerles una esperanza y una mejor calidad de vida.

Para más información: www.fundacionaldocastaneda.org y www.elpilar.gt

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