Por: Mauricio Curley

En el ámbito universitario, donde las demandas académicas y sociales compiten por la atención de los estudiantes, la salud y el estilo de vida holístico a menudo pasan a un segundo plano. Sin embargo, es crucial reconocer que el equilibrio de estos factores es fundamental para el éxito académico y el bienestar general.

“La vida universitaria es una etapa de transformación, crecimiento y desafíos para los jóvenes. Durante esta fase, su salud y estilo de vida juegan un papel crucial no sólo en su rendimiento académico, sino también en su desarrollo personal y bienestar integral. Tener una visión holística del bienestar implica poner atención a todas las áreas de la persona (física, mental, emocional, espiritual y social) y así poder vivir de manera equilibrada y gratificante”, comenta la Licda. Mariela Quintero, Coordinadora del Técnico en Enfoque Holístico de la Salud y el Bienestar de Universidad Galileo.

De acuerdo con la Licda. Quintero la vida universitaria con sus exigencias académicas, sociales y personales puede impactar significativamente la salud de los jóvenes. “No es raro que los estudiantes enfrenten estrés, ansiedad y cambios en sus patrones de sueño y alimentación. Aunque sean jóvenes, cuando se pierde el equilibrio se afecta su calidad de vida y su bienestar general, por eso es esencial promover y hacer consciencia de la importancia de tener un estilo de vida equilibrado. Esta es la clave para potenciar su capacidad de aprendizaje, creatividad y resiliencia”, afirma Quintero.

La experta en enfoque holístico nos comparte algunas recomendaciones para mantener una buena salud:

  • Actividad física regular: es vital para mantener un buen estado de salud. El ejercicio contribuye a mejorar la concentración, memoria y a reducir el estrés. Esto se debe a que durante el ejercicio se liberan neurotransmisores y substancias que favorecen la salud neuronal, que promueven un estado de bienestar y lucidez, que beneficia el aprendizaje y las habilidades cognitivas (agudeza mental, atención a los detalles, comprensión de los conceptos, retención de la información, decisiones, etc.).
  • Fortaleza mental y emocional: La salud mental es igualmente importante que la salud física. Aprender a liberar el estrés, la meditación y la respiración conscientes, son técnicas fáciles de aprender y pueden ser muy beneficiosas. Tener espacios de introspección y desarrollo espiritual, ayudará a los jóvenes a cultivar un estado de paz y propósito.
  • Conexiones sociales saludables: Las relaciones interpersonales juegan un rol vital en el bienestar emocional. Por eso es importante que los jóvenes sepan establecer conexiones reales y significativas, y que cuenten con una “red de apoyo” en la cual encuentren alivio de la presión de los desafíos académicos y personales. Esto puede llegar a través de los grupos de estudio, actividades extracurriculares y eventos comunitarios donde se enriquezca la experiencia universitaria y se fomente el sentido de pertenencia.
  • Alimentación y rendimiento académico:  A mejor alimentación, mejor será el rendimiento académico. Todo lo que comemos influye en el funcionamiento y la salud del cerebro. Una dieta rica en nutrientes estimulará el cerebro y potenciará las funciones cognitivas a corto, medio y largo plazo. Los alimentos que favorecen la concentración y la memoria incluyen ácidos grasos y omega-3 (para crear y reparar las neuronas) y antioxidantes (para reducir el estrés celular y la inflamación, que causan el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer). Pescado azul, frutos rojos y verduras de todos colores, huevos, té verde, semillas y nueces son algunos ejemplos de los alimentos que aportan el combustible para que el estudiante tenga el mejor desempeño físico y mental para responder a las demandas de la vida académica. Planificar las comidas, reducir el consumo de comida chatarra y azúcares puede marcar una diferencia notable en la energía y la capacidad de enfoque. Sin olvidar la importancia de la buena hidratación, tomando suficiente agua a lo largo del día.

El bienestar emocional como eje central

Las emociones influyen directamente en la salud física y en el estilo de vida de los universitarios. Reconocerlas y gestionarlas, así como buscar ayuda profesional cuando sea necesario, son aspectos fundamentales para una vida universitaria saludable y satisfactoria. Las redes sociales son una fuente de estrés y ansiedad social, y hacen evidente una creciente necesidad de enseñarle a los jóvenes la práctica del autoconocimiento, la autoaceptación y la compasión, tanto consigo mismos como con los demás.  Por eso, cuando un joven se siente incluido, reconocido y valorado, tenderá a tener éxito en todas las áreas de su vida.

“Adoptar un enfoque holístico hacia la salud y el estilo de vida no solo beneficia el rendimiento académico, sino que también mejora la calidad de vida de los universitarios, permitiéndoles disfrutar plenamente de esta etapa de descubrimientos y crecimiento personal, forjando un camino de bienestar que los acompañará mucho más allá de sus años universitarios”, añade la profesional de Universidad Galileo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *