¿Cómo aprenden sus hijos? Es una pregunta que deberían efectuarse los padres de familia para conocer el estilo de aprendizaje de sus pequeños y así llevar a cabo actividades de reforzamiento para desarrollar competencias y destrezas en sus primeros años. El aprendizaje se refleja en la forma en que ellos responden al ambiente, a los estímulos sociales, emocionales y físicos.

El estilo de aprendizaje se define como la forma en que la información es procesada. Se centra en las fortalezas y no en las debilidades. Es importante mencionar que la mayoría de los niños muestran preferencia por los siguientes estilos básicos de aprendizaje: visual, auditivo o kinestésico, por lo que es común la combinación de estilos de aprendizaje primarios y secundarios.

¿Cuáles son los tipos de aprendizaje?

  • Visuales: son los pequeños que aprenden sobre todo mirando, por lo que se caracteriza por: a) estudiar leyendo o escribiendo, b) suele relacionarse con una gran capacidad para crear abstracciones y síntesis (organizan, analizan y crean estructuras, y prefieren los exámenes escritos) y c) cuando piensan miran hacia arriba y los lados.
  • Audiovisuales: son los chicos que aprenden básicamente escuchando y sus características son: a) estudian repitiendo en alto para memorizar, b) su fuerte son los idiomas y la música, c) tiene dotes verbales y sociales, d) es un aprendizaje secuencial y ordenado, y e) cuando piensa mira hacia los lados.
  • Kinestésicos: son estudiantes que aprenden sobre todo tocando. Se caracterizan por: a) estudian moviéndose y practicando, b) se enfrentan a desafíos nuevos y la destreza manual, c) es un aprendizaje más lento, pero más profundo, d) se mueve y gesticula con soltura, expresa físicamente sus emociones, y, e) cuando piensan miran hacia abajo y los lados.

“Si un padre de familia detecta que su hijo tiene una dificultad de aprendizaje en el colegio, se sugiere que observe la manera cómo presta atención y así determinar su estilo de aprendizaje para realizar ejercicios que refuercen competencias y comportamiento”, indica Aurora Marisol De León Santa Cruz, emprendedora del Centro Tutorial Piccolo.

Es vital la formación sensorial en el niño entre los 4 y 9 años de una manera consiente con la finalidad que relacione su entorno con sus necesidades para el desarrollo de su cerebro y sus pensamientos. Esta formación se puede trabajar por medio de tutorías y así reforzar las áreas de comunicación y lenguaje, de expresión y coordinación corporal, la de ubicación, lateralidad, afectivo emocional, emocional afectivo, la cognitiva y la conductual.

Por último, es importante recordar que empleando diferentes métodos de aprendizaje se puede ayudar a que los niños no se sientan frustrados, sino que mejoren su rendimiento al reforzar el sentimiento de logro.

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