Por Alfonso Uscátegui

En un mundo cambiante, con tiempos dinámicos, el “time to market” no da espera y las condiciones de competencia son cada vez más desafiantes. La cadena de valor en las organizaciones ha establecido desafíos que cada vez parecen más difíciles de alcanzar, y las sinergias parecen no entregar los resultados expresados en ahorros, mayores ganancias, y es ese el momento en donde surge la oportunidad de invertir en tecnología y volcar esfuerzos hacia un modelo operativo sostenible.

 La capacidad operativa de cada negocio depende de una clara definición de la intención, del mapa de recursos y procesos, del modelo de información (cómo obtenerla y procesarla), de la integración al ecosistema de mercado, de una correcta y eficiente administración del flujo de efectivo y de una definición táctica y estratégica que pueda mantener a flote las líneas de negocio que demuestren unos ingresos que generen el valor buscado.

Una vez articulado este set de engranajes, surge la necesidad de trazar una hoja de ruta sensata, con cierto nivel de riesgo y que sea sostenible en el tiempo, ya que, desde cualquier óptica, una combinación ganadora será aquella que brinde una experiencia diferencial a las comunidades en donde opera, a los clientes de sus líneas de negocio, a sus empleados, proveedores y accionistas.

Para hablar de sostenibilidad debemos destacar aspectos clave como finanzas limpias, líneas de producción o entrega de servicios eficientes, capacidades de negocio con base tecnológica, que confían en aplicaciones robustas para poder operar de manera confiable y sin entorpecer el programa de proyectos planificados en la organización.

Un modelo de información eficiente y sostenible es aquel que permita a la empresa mantener altos estándares de control de la dinámica del mercado, evaluación constante de los criterios de compra que tienen sus clientes, y un mecanismo auto gestionable de reinvención sobre los procesos que permiten agregar valor a las ventas, mantener el relacionamiento con clientes y terceros y construir una reputación tan robusta como lo permita el esfuerzo que se invierta desde la corporación.

Ese modelo de información que hace sostenible a la organización garantiza que se está en equilibrio con la sociedad, el medio ambiente, la comunidad y el planeta, entregando soluciones que disminuyan la huella de carbono ambiental, que entreguen negocios justos y éticos, y que mantengan una cadena de valor rentable, y es justamente allí donde surgen opciones claras para apalancar estos resultados y certificar que una compañía está en la dinámica de entregar este valor al ecosistema.

Reducir la huella de carbono es un gran reto, que puede impulsarse mediante planes para la optimización del uso de recursos, al igual que desarrollando políticas de cero desperdicios, escenario sobre el cual, el uso de componentes tecnológicos entra en juego.

Cada vez más compañías tienen la intención de ser carbon-neutral para 2023, este es el caso de SAP que lidera con el ejemplo en prácticas de negocio sostenibles desde hace más de una década. Además de ser nombrado líder de la industria del software en los Índices de Sostenibilidad Dow Jones (DJSI) durante 14 años consecutivos, la afiliación de SAP en la Value Balancing Alliance y el Informe Integrado de SAP ilustran su compromiso desde múltiples ópticas: viajes de negocio, eficiencia en uso de electricidad y emisiones directas e indirectas representadas en operación de datacenter, y es este último aspecto uno de los más interesantes, en donde los componentes tecnológicos en Cloud ofrecen un amplio portafolio, habilitadores del cumplimiento sostenible desde varios aspectos a saber:

  1. Eficiencia en el uso eléctrico por disminución del consumo en ubicaciones físicas propias PUE – Power Usage Effectiveness, por sus siglas en inglés, la cual entrega datacenters eficientes e inteligentes que soportan la operación Cloud con altos estándares de calidad.
  2. Uso de virtualización como eje de sostenibilidad con cero emisiones, eliminando el uso innecesario de equipos para enfriamiento en datacenters, consumo eléctrico sin generadores que incluyan el uso de energía solar o mecanismos para la reducción de gases de efecto invernadero
  3. Incremento de la productividad y racionalización de los recursos, consolidando operaciones de línea de producción, uso de herramientas de productividad y colaboración, integración de aplicaciones para analítica e inteligencia artificial, todo dentro de un mismo ecosistema, que puede estar apalancado por entornos multicloud, híbridos o simples.

Ahora bien, con el fin de mapear los proyectos y programas asociados a la sostenibilidad y financiar estos mismos, es muy importante entender cómo sustentar un caso de negocio Cloud exitosamente y conocer las estrategias clave que llevarán a una organización hacia el siguiente nivel en adopción de tecnología en la nube.

Resumiendo, y acoplando los conceptos clave, la sostenibilidad debe contemplar un programa de adopción de nuevas tecnologías basadas en Cloud, que le permita mantener un negocio esencialmente robusto en materia financiera y que otorgue valor a sus accionistas, así mismo, debe mantener un equilibrio con las comunidades de impacto, sus clientes, proveedores y actores del ecosistema de mercado en donde actúa.

No olvide declarar la intención del negocio en escalar hacia un esquema de economía circular, manifestando siempre desde la junta directiva el propósito y obteniendo el apoyo ejecutivo que se necesita para que un proyecto de sostenibilidad apoyado en tecnología pueda ver la luz.

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