• La migración debería ser considerada desarrollo económico, social y cultural para los Estados Unidos, como también para los países de origen.

Representantes de Alianza Americas realizaron una visita breve a países del Triángulo Norte, incluido Guatemala, para reunirse con diversas organizaciones de la Sociedad Civil y sector Gobierno, y abordar la temática de la nueva legislación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Los Estados Unidos de América (EUA) sigue ignorando la tragedia acumulada que empuja a tantos centroamericanos y mexicanos a buscar refugio y oportunidades dignas de vida en ese país; de acuerdo con el Instituto Guatemalteco de Migración (IMG), se han deportado hacia Guatemala 31,844 personas por las diversas vías al 31 de agosto del año en curso.

“El gobierno de los EUA sigue promoviendo la falsa noción que la migración y las personas migrantes son algo nocivo para ese país. El apego estadounidense a políticas que tratan a las personas migrantes como si fueran un mal, le hacen el juego a fuertes políticas racistas y xenófobas que han dominado el debate público y legislativo acerca de los migrantes y la migración misma, a lo largo de las últimas cuatro décadas”, comentó Oscar Chacón Director Ejecutivo de Alianza Americas.

La migración debería ser considerada desarrollo económico, social y cultural para los Estados Unidos, como también para los países de origen. Algunos de los factores permanentes que la impulsan son la inestabilidad política, la pobreza o la violencia crónica. En el año 2020 se añadieron las catástrofes medioambientales en la región o la COVID-19 y sus estragos en la economía, las remesas y el tejido social.

Una de las situaciones que han atraído los ojos del mundo en el tema migratorio ha sido lo acontecido en el puesto fronterizo El Ceibo en el departamento de El Petén en Guatemala, en el que diariamente ingresaban unos 400 deportados. Cabe mencionar que esta unidad fronteriza está muy lejos de las áreas urbanas y que no cuenta con la infraestructura necesaria para recibir a los migrantes, lo que generó una crisis en el área. Cientos de los migrantes expulsados han tenido que recorrer más de 150 KM para llegar a un lugar con condiciones adecuadas.

En otro escenario, la cifra de detenciones en la frontera sur de EE UU, en los primeros meses del año en curso, fue la mayor registrada en los últimos 20 años. En mayo del 2021, fueron detenidos 180.034 inmigrantes según datos de la oficina de aduanas y protección de fronteras.

De acuerdo con el Departamento de Salud -HHS- al 12 de agosto de este año, se  tenían bajo su custodia a 16.492 menores de edad, en tanto que otros 1.042 estaban todavía detenidos a cargo de la Patrulla Fronteriza; sólo en julio, se  detuvo a 18.962 menores no acompañados por adultos, un incremento del 24.5 % sobre el mes anterior, y en lo que va del año fiscal ha detenido 113.791 niños migrantes.

“La tarea más importante debería ser, trabajar con una nueva gama de actores en función de poner en marcha planes nacionales creativos e innovadores, que permitan convertir a los países centroamericanos en escenarios con soluciones concretas a las condiciones más graves que siguen impulsando la emigración de sus ciudadanos” agregó Chacón.

El enfoque obsesivo en detener los flujos a toda costa, conlleva a más y graves violaciones de los derechos humanos de las personas que buscan ejercer su derecho a migrar en busca de seguridad y mejorar las condiciones de vida.

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