- Los estudios coinciden en que poner a las personas en el centro es el diferenciador clave para prosperar en un entorno impredecible, con un futuro desconocido.
- Implementar culturas laborales más flexibles en el contexto actual de la emergencia sanitaria, aumenta la productividad en el 82% de los trabajadores.
Una de las lecciones más relevantes de la pandemia para las empresas es haber entendido que los colaboradores constituyen el pilar interno más importante. De acuerdo con el estudio “Tendencias Globales en Capital Humano 2021”, elaborado por Deloitte, poner a las personas en el centro es el diferenciador clave para prosperar en un entorno impredecible, con un futuro desconocido.
“Sin duda, y ante el momento de cambios en el que vivimos a nivel global, impulsar y empoderar al talento humano se posiciona como uno de los aspectos más críticos para las empresas en la región; en la práctica, un ambiente laboral positivo deriva en mejores resultados, donde el éxito depende del equipo de personas con las que se cuente para lograrlo”, explica Aldo Micheletti, CEO de Grupo Milenio, el conglomerado empresarial sólido con más de 34 años de trayectoria en Centroamérica y el Caribe.
Con esto en mente, el experto comparte 3 sencillas maneras de empoderar a los colaboradores para las empresas que están definiendo el futuro en la postpandemia:
1. Implementar una cultura flexible
Los esquemas de trabajo remoto a partir del confinamiento, la incertidumbre económica y los nuevos hábitos de las personas transformaron radicalmente los entornos laborales, donde la flexibilidad pasa a ser uno de los principales valores de las organizaciones. Sobre todo para resolver posibles problemas entre los equipos, fricciones y malos entendidos. El resultado de implementar una cultura flexible es mayores resultados. Una investigación al respecto indica que la apertura aumenta la productividad en el 82% de los trabajadores a distancia.
2. Garantizar el bienestar
Las afectaciones a la salud mental a partir de la pandemia se convierten en reto laboral. Y es que el trabajo en confinamiento y el presencial ante una situación de riesgo como la COVID-19, elevó los niveles de estrés, ansiedad y depresión en los colaboradores. De ahí que el bienestar de los integrantes de nuestros equipos necesite atención particular. Entre las consideraciones que se han puesto en práctica se encuentran programas de bienestar mental, iniciativas como meditación, atención psicológica gratuita, webinars con tips para la organización, etc.
3. Impulsar la reinvención de R.H.
La emergencia sanitaria puso a los equipos de Recursos Humanos a la vanguardia de los esfuerzos para sobrevivir a la crisis, los cuales ganaron mayor credibilidad al responder al reto. Ahora, siguiendo a Deloitte, el área de R.H. tiene la oportunidad de aprovechar su nueva posición para cambiar su función de administrar trabajadores a rediseñar el trabajo, generando mejores resultados que posicionan a las organizaciones.
“El futuro nos exige a las compañías, enfocarnos en promover una cultura de bienestar y desarrollo personal y profesional, haciendo siempre lo correcto y trabajando con pasión. Y es que una de las misiones de toda empresa debe ser el fomentar un ambiente laboral positivo donde los colaboradores aporten, lideren y crean en los objetivos de la organización como si fuesen propios, desarrollando así su máximo potencial”, concluye Aldo Micheletti.