Según Workana, en América Latina las generaciones Z y Y (millennials) representan el 48% de la fuerza laboral. Arropadas por sus propias naturalezas, buscan una cultura de trabajo atractiva, lo que se traduce no solo en el deseo de un mejor salario, sino, además, en la búsqueda de un empleo que les brinde flexibilidad y libertad. 

Teniendo en cuenta esto, podría decirse que para ellas el homeoffice que impuso el confinamiento no debía ser ningún problema. Sin embargo, la realidad es que los empleados de estos segmentos parecen no estar del todo contentos con el trabajo remoto. De acuerdo con la “Encuesta de la Generación Z” del Workforce Instituto de Kronos, a pesar de que el 29 por ciento de los integrantes de la Generación Z se identifica como “nativos digitales”, 44 por ciento prefiere trabajar con su equipo de compañeros en persona. 

Esta tendencia se replica en lo que concierne a la generación Millennial, que, además, encuentra especiales complicaciones con la naturaleza actual del mercado laboral. A decir de un estudio de Deloitte, 46 por ciento de los millennials dijo que la naturaleza cambiante del trabajo puede hacer que sea más difícil encontrar o cambiar de trabajo. Contario a lo que podría imaginarse, la realidad es que las generaciones con más experiencia son las que están logrando adaptarse con mayor facilidad a las nuevas condiciones.

El formato híbrido

Alternar entre el homeoffice, in-office y coworking parece ser el esquema más exitoso a futuro si tenemos en cuenta los resultados de las encuestas. Visto ya como un movimiento a escala mundial, el coworking no solo es un espacio de trabajo compartido en donde todos usan los mismos recursos, aunque para diferentes compañías, sino que es un estilo de trabajo y de vida. Los coworkers buscan tener una oficina apropiada y ser parte de una comunidad.

La conjunción de ese modelo con el trabajo desde casa o en la oficina, parece ser el esquema que posiblemente veremos en la época post pandemia, un tiempo en el que el mundo será muy diferente a lo que hemos conocido hasta ahora. 

Trabajar debe ser una “experiencia”

El esquema de oficina que se impone va acompañado de una etiqueta: trabajar debe ser una “experiencia” para la Generación Z y los millennials. Por eso los departamentos de Recursos Humanos se enfocan en no generar condiciones de estrés para los empleados y que la motivación del trabajador no se base sólo en remuneraciones monetarias. Así, el nuevo espacio de creación debe facilitar la comunicación multicanal, permitir a los trabajadores personalizar su espacio y motivar su concentración. Para demostrarlo, Pinterest publicó un informe en el que demuestra que la búsqueda de ideas para crear espacios de trabajo en casa creció 12 veces más durante el 2020.

Por tanto, en cualquiera de las vertientes se imponen espacios con iluminación natural, ventilación y conectividad con la naturaleza. Para el trabajo in-office y los espacios compartidos aparecen los muebles colaborativos que respalden los estilos de trabajo cambiantes y espacios de reunión más abiertos. Se espera que los mobiliarios de la próxima normalidad incluyan mejores capacidades acústica, debido a que se realizarán más reuniones al aire libre.

Respecto a los muebles de interior, se conciben en una variedad amplia de formas, tamaños, alturas y capacidades, capaces de soportar el distanciamiento de ser necesario. También deben ser elaborados con materiales más livianos para facilitar su reconfiguración y traslado.

Horarios flexibles

Según un estudio realizado por la consultora HuCap, la flexibilidad horaria es la demanda número uno de estas nuevas generaciones, quienes valoran además un estilo de liderazgo participativo y estructuras menos jerárquicas. Las empresas que quieran retener a esta fuente de trabajo deben tener esto en cuenta. Esta es una de las grandes lecciones que hemos aprendido de la pandemia y el homeoffice.

Herramienta de última generación

Con un florecimiento del mercado desde marzo del 2020, se ha revalorizado el valor de las laptops en la vida de las generaciones posmilénica​ y millennial. Como mismo se les relaciona con un tipo de oficina o esquema de trabajo, el equipo que portan dice mucho de su manera de pensar y ver el futuro. “Hoy saben que deben tener su propia laptop y no un equipo compartido. Su necesidad de moverse en un actual y futuro sistema híbrido, que va desde el trabajo en la oficina y casa, hasta los espacios compartidos, exige equipos delgados y ligeros. De ahí la tendencia de las marcas de entregar laptops cada vez más livianas sin que eso sacrifique el rendimiento. A esto se suman requerimiento como mayor tiempo de batería, un procesador capaz de maximizar la eficiencia, tecnologías que permitan hacer todo mucho más rápido, la existencia de una gama completa de opciones de conectividad y variedad de puertos”, asegura Rhamses Roldan, Senior Product Manager de Acer Latinoamérica. Rhamses se refiere, además, a equipos que entreguen una mejora en la calidad de sonido y video, con la memoria necesaria para satisfacer todas las necesidades multitarea. Razones que han llevado a la marca a enriquecer sus líneas de laptops de consumo o gaming, adaptándolas cada vez más a las necesidades de los diferentes usuarios. 

Las desktops son más populares entre los adultos de 35 a 65 años. Los millennials son la única generación que tiene más probabilidades de poseer una laptop o netbook que una desktop: el 70% posee una computadora portátil.

Es un hecho: los grupos Millenial y GenZ necesitan adaptaciones laborales flexibles, sin renunciar a un entorno de oficina para conectarse a la confianza profesional a largo plazo. Las innovaciones tecnologías y las empresas dispuestas a reinventar sus modelos, serán sus grandes aliados en este camino. 

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