El año 2020 demostró ser mucho más desafiante de lo esperado. La llegada de un virus de rápida propagación empujó a la población a una situación que nunca había experimentado, con la necesidad de distanciamiento social. Resultado: muchos se vieron obligados a cambiar su estilo de vida y trabajar muy rápidamente para proteger sus vidas.
En este escenario, la tecnología resultó ser un gran aliado, haciendo que este proceso de migración a un nuevo estilo sea menos pesado y más productivo. Y las empresas que estaban mejor preparadas, con soluciones de trabajo remoto más sólidas ya integradas en sus procesos internos, tomaron la iniciativa. “La crisis económica afectó a todo tipo de empresas, pero con una ventaja para quienes tienen su naturaleza y su modelo de negocio adaptados al entorno virtual”, destaca Alexander Rojas, Gerente de Ventas y Desarrollo de Negocios de MediaTek para Centroamérica y El Caribe.
El primer punto para comprender el impacto positivo de la tecnología en la actualidad es su capacidad para ayudar a las personas a adaptarse a una nueva forma de trabajar. Gracias al hecho de que las personas pueden permanecer conectadas con teléfonos inteligentes y redes inalámbricas, permitiendo a muchas profesiones la capacidad de trabajar de forma remota. A principios del año 2000, por ejemplo, era casi impensable recibir información en tiempo real y charlar con los clientes a través de conferencias telefónicas como una forma eficiente de trabajar en equipo. Pero hoy, todas estas posibilidades son realidad.
Muchas empresas se organizaron rápidamente para mantener activa la comunicación entre empleados y clientes y no dejar de entregar sus productos o servicios. Este primer paso se dió usando teléfonos inteligentes y computadoras como nunca antes, y ayudando a muchos a mantenerse conectados y productivos. Algunos países, por ejemplo, han avanzado en la creación de plataformas y aplicaciones que permiten el registro online y buscan evitar la saturación de los servicios de salud, mientras que otros mantienen una línea directa de comunicación con sus ciudadanos, gracias a aplicaciones y sitios web.
De cara al futuro, es evidente la necesidad de una conectividad total. Para cualquier país, las conexiones por cable o inalámbricas son extremadamente importantes. Y con ello es necesario incrementar la comprensión de la importancia de las nuevas tecnologías, como el 5G, que allanará el camino a nuevos servicios y posibilidades de negocio.
Pero además del paso ya dado, se vuelve prácticamente imperativo dar el segundo paso, entender y aceptar este nuevo entorno que comienza a aparecer ante nuestros ojos, para buscar nuevas formas de trabajar, producir y generar mejores condiciones de vida en nuestro país, al mismo tiempo en que surge la conciencia social y el respeto por la vida de todos.
Las soluciones de IoT demuestran ser una fuente de nuevas posibilidades. Con capacidad de ser utilizadas en diferentes áreas e industrias, el uso de la tecnología IoT se debe incorporar cada vez más, de manera muy efectiva en la captura y difusión de información. En la actualidad, existen 34 mil millones de conexiones al Internet de las Cosas, lo que muestra un futuro muy prometedor, con la posibilidad de utilizar mayor inteligencia local y conectar entre diversas áreas de empresas, conectando operaciones y procesos.
Todo este equipamiento (industrial, doméstico, logístico, etc.), no solo tiene la capacidad de comunicarse, sino que también puede aportar más inteligencia y nuevas posibilidades a nuevas áreas, y puede ser un apoyo importante para que las empresas lleven a cabo sus actividades. Al fin y al cabo, no se trata solo de conectar equipos a Internet, sino también de recoger el gran volumen de datos que generan los miles de millones de sensores y transformarlos en datos para la toma de decisiones, los denominados Big Data.
Dada esta motivación sin precedentes, es urgente desarrollar nuevas aplicaciones de Internet de las cosas que puedan explorar posibilidades de mejoras, desde la productividad, la seguridad, hasta nuevas formas de hacer negocios. Aquí se evidencia la importancia de tendencias como AIoT (Inteligencia Artificial aplicada al Internet de las Cosas), que permite agregar nuevas funciones al equipo e incluso simular la capacidad humana de pensar.
Quienes comprendan de manera completa y rápida este nuevo entorno, sus nuevos desafíos y tengan la capacidad de liderar esta transformación con el desarrollo de productos, procesos y conceptos, ganarán espacio y ayudarán a sus empresas y empleados a enfrentar esta nueva forma de vida.