Por Julio R. Jolly Moore,
Socio Director de Global Advisory Solutions, Ciudad Panamá.
En días recientes finalizó la edición 2020 del Congreso Latinoamericano de Auditoría Interna y Evaluación de Riesgos (CLAIN 2020), que si bien es cierto tenía como sede logística de la organización, se llevó a cabo de manera virtual debido a los condicionamientos que ha impuesto la Pandemia de Covid-19.
La modalidad “on-line” de este, como muchos otros eventos, es un signo indiscutible del marco general en que deberemos aprender a trabajar en los próximos años porque es casi seguro que la vida cotidiana del futuro estará marcada por la digitalización de los procesos, el tele trabajo y el comercio electrónico solamente para señalar algunas tendencias que marcarán el futuro.
En el caso de la Auditoría Interna ese nuevo escenario, conlleva una presencia mucho más colaborativapromoviendo que todas las áreas de las organizaciones gestionen mejor sus riesgos, más precisa en la comprensión de la estrategia y los procesos del negocio, la ciberseguridad y la transformación digital que son cada vez más disruptivos y con los datos generados de estos es clave su utilización en los modelos estadísticos predictivos queimplica que debemos emprender un proceso de rediseño urgente en nuestros métodos de trabajo.
La capacidad para navegar en esas aguas turbulentas requerirá de un profundo cambio de una actitud para abandonar viejos modelos y concepciones llenas de estereotipos que concebían al profesional de la auditoría en una especie de Policía Organizacional cuya sola mención generaba sentimientos de temor en casi todos los departamentos de la organización.
Nuevos rumbos
Es tiempo de que pasemos a convertirnos en asesores de alto nivel en la toma de decisiones con métodos de trabajo más proactivos que aporten soluciones aún antes de que aparezcan las dificultades.
Por eso, ocupamos enfocarnos en aquellas áreas que determinarán el rumbo de las empresas del futuro y donde podrían estar riesgos que hace unos pocos años eran inexistentes como la protección de datos personales, el trasiego de grandes cantidades de información (Big Data) o el diseño de soluciones que prevengan el ciberdelito o el fraude a través de internet.
El foro que organizó la Asociación Bancaria de Panamá y la Federación Latinoamericana de Bancos brindó pincelada de cómo debemos enfrentar esos desafíos con la máxima responsabilidad, pero especialmente con estudios de casos que resultaron en extremo ilustrativos. Ahora es tiempo de que interioricemos esas enseñanzas para que caigan en suelo fértil y muy pronto empecemos a cosechas los frutos.