Armonía, espacio y equilibrio

La Galería Rozas-Botrán de la zona 14 se complace en presentar, del 14 de septiembre al 2 de octubre, a Jairo Romero, artista visual que ha logrado conjugar la pintura con las nuevas formas digitales de hacer arte, materia que experimentó cuando estudió producción multimedia en SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), en Bogotá Colombia.  La exposición estará disponible para visitas guiadas individuales previa cita al teléfono 4506-3280 en la galería 16 calle 4-66 zona 14 o a través del recorrido virtual 360 en las plataformas digitales de la Fundación.

Jairo conserva gratos recuerdos de su niñez, a pesar de haber enfrentado momentos adversos. De la historia cercana, le gusta la época de los años 80, tanto que hubiera querido ser un adolescente de esos años. Creció en un entorno impregnado de arte y manualidades. No desperdiciaba oportunidad para investigar la vida de los grandes maestros de la pintura, mientras dibujaba y ensayaba el uso del óleo y otros medios.

Con el fin de mostrar cómo adentrarse en el trabajo de este artista, señalamos que, para visualizar las expresiones de una obra de arte en el siglo XXI, el observador debe poseer ciertos criterios interpretativos. Estas pautas varían según la época. Así, la noción de espacio ha cambiado desde corresponder a un lugar, hasta aparecer representado geométricamente por medio de códigos de distancia y posición, o ser resignificado de manera digital.

Cabe señalar que Romero, nacido en Colombia en 1979, de familia panameña, residente en Panamá y ciudadano del mundo, ha hecho del espacio una parte primordial de su obra a partir de la experimentación y del conocimiento de este elemento dentro del contexto contemporáneo.

El ensayo ha sido -y sigue siendo- la columna vertebral en el camino artístico de Romero. Adicionalmente, el estudio académico del diseño gráfico y la producción multimedia, así como someter su obra a la crítica de artistas y curadores, le han abierto un horizonte lleno de posibilidades para crear su propio discurso visual.

En el trabajo de este creador, de manera consciente, convergen arte y diseño, fusionados como un factor único y esencial. Su proceso creativo se fundamenta en razonamientos y criterios adquiridos a partir del conjunto de pruebas. De la pintura figurativa -paisaje y seres humanos- evolucionó a la desaturación de la composición de las figuras en el plano, que se tornaron abstractas. Ciertamente, la notable armonía de su discurso radica en la libertad del espacio y el equilibrio del color de los elementos geométricos.

Romero es un hombre de familia, afable y cortés. De esta conexión con su hogar y del pasatiempo de recolectar objetos con potencial expresivo, surge en él la necesidad de reciclar para formular sus reflexiones profundas. Prueba de este trabajo es la obra que inscribió en el Premio de Arte de Luxemburgo 2020, que refleja la situación del ser humano y su entorno durante la pandemia que sacude al mundo.

Al preguntarle por sus fuentes de inspiración, Jairo responde con singular sentido común: “no me inspiran los sucesos o situaciones”; comenta que, más bien, “le afectan” y lo impulsan a repensar los hechos para comunicar su conmoción a través de la pintura. Esta es otra faceta de su intensa personalidad. Esperamos que disfruten la muestra, colocada dentro del entorno de la monumental colectiva “El color, hilo conductor”.

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