Cuando el contacto humano es un factor principal en el contagio del COVID-19, los chatbots son la solución para mantener un servicio al cliente de primera sin tiempo de espera.
– La globalización y la evolución tecnológica permiten a los países maximizar su interconectividad y operaciones comerciales, y derivado de esta dinámica, las epidemias traspasen fronteras más rápido. Por su naturaleza de conectar a personas de diferentes partes del mundo, diversos sectores están siendo afectados por la pandemia COVID-19, lo cual invita a repensar qué medidas previas o con qué elementos se tienen para responder ante estos hechos.
Los estragos que esta emergencia sanitaria ha causado en la economía mundial van desde la caída del mercado bursátil hasta el retraso en las cadenas productivas de industrias como la automotriz o manufactura. Éstas últimas, enfrentan la caída del 17.2% de las exportaciones chinas, lo que impacta particularmente en las cadenas globales de valor.
“Situaciones sanitarias como la que vivimos actualmente no se pueden anticipar, sin embargo, sí podemos mitigar su impacto gracias a herramientas tecnológicas que permiten responder con la velocidad que se requiere” comentó Randall Quirós, Gerente General de SAP para Centroamérica.
En el caso muy particular del COVID 19, las medidas de distanciamiento social y cuarentena implementada por la mayoría de gobiernos a nivel mundial, han sido tomadas para que no exista ningún tipo de contacto entre humanos. Pero cómo lograr esto, si la interacción humana es clave para la resolución de conflictos. La respuesta la puede dar únicamente la tecnología y la respuesta específica son los Chatbots.
¿Qué son los chatbots?
Los chatbots son aplicaciones informáticas basadas en la inteligencia artificial que permiten simular la conversación con una persona, dándole respuestas automatizadas a sus dudas o preguntas más comunes. Por este motivo, son cada vez más utilizados como una manera alternativa de gestionar 24/7 la atención al cliente. Lo más importante es que no implica contacto humano alguno.
¿Cómo funciona un chatbot?
Los chatbots están “entrenados” para dar respuesta a la misma pregunta formulada de diferentes formas, después de un periodo de adaptación el chatbot será capaz de mejorar sus respuestas mediante el aprendizaje. Como toda implementación, existe la posibilidad de que el chatbot no sea capaz de entender una pregunta, en esos casos se le reprograma para que pueda dar una respuesta de forma más natural.
Además de responder preguntas, los chatbots son capaces de realizar operaciones como levantar un pedido, reportar incidencias técnicas o brindar información sobre un determinado producto o servicio. Su operatividad tiene lugar dentro de las aplicaciones de mensajería.
¿Por qué son una tecnología prometedora para las empresas?
Esta tecnología aun esta en procesos de adopción en muchas industrias y tiene grandes oportunidades, los chatbots ofrecen varias ventajas para las empresas como:
- Ahorrar costos en formación y personal del departamento de atención al cliente.
- Atender las principales dudas y gestiones de los usuarios de manera rápida.
- Posibilitar una interacción muy ágil con el cliente.
- Brindar atención al cliente en todo momento, cuando este lo requiera.
- A muchas personas les resulta más sencillo y cómodo hablar con un robot que con la persona encargada de atenderle telefónicamente.
- El tiempo de espera de un cliente para ser atendido se reduce a casi cero.
- Recientes estudios han encontrado que el 80% de los millennials prefiere darle sus datos a un bot que a un humano, lo cual ha empujado a las grandes marcas a modernizarse para reforzar su servicio al cliente.
Además de facilitar la atención y mejorar la experiencia del cliente, una ventaja adicional del chatbot son las posibilidades publicitarias, las cuales se incrementarán a medida que la tecnología de Machine Learning siga creciendo dentro de las empresas. De igual forma, el uso de chatbots en la coyuntura actual, puede ser una alternativa para monitorear el progreso de pacientes ya infectados sin tener que exponer a médicos o especialistas.