Por Héctor Cobo, VP Regional, SAS México, Centroamérica y Caribe.

El coronavirus ha sido un tema importante en las noticias últimamente: es una enfermedad similar a la neumonía que ha cobrado la vida de varias personas. Se cree que comenzó en China y se ha extendido a varios otros países, por lo que debemos estar preparados en caso de que se convierta en una emergencia de salud global. Al prepararnos nos referimos a hacer uno de todos nuestros recursos y la más avanzada tecnología para poder conocer y analizar los datos. En este caso, la ayuda de la Inteligencia Artificial basada en la Analítica, puede dar como resultado un elemento clave para la solución de esta contingencia.

Al hacer uso de la Inteligencia Artificial para modelar y predecir brotes del coronavirus, obtendremos una imagen mucho más clara de la mejor manera de tratar el virus localmente. Con las ideas que ofrece la Inteligencia Artificial, los gobiernos pueden predecir con precisión los recursos necesarios en ubicaciones específicas, identificar cómo se puede mejorar el tratamiento en los puntos críticos y, en última instancia, detener la propagación del virus. Al observar las tendencias geográficas en áreas más grandes, también podemos crear una imagen de cómo se puede tratar globalmente.

Ante cualquier brote de enfermedad es fundamental poder comprender cómo se propaga con la finalidad de poder contenerlo lo más rápida y eficientemente posible. Al utilizar la Inteligencia Artificial, la gran cantidad de datos que existe sobre los movimientos de las personas a medida que viajan puede transformarse en una herramienta valiosa para identificar el próximo centro de incubación posible para el virus, permitiendo a las autoridades intervenir de forma temprana y oportuna.

Aun cuando la Inteligencia Artificial no ha sido usada de forma masiva en la medicina y la salud pública, es amplio el potencial que tiene pues ya ha aportado varios elementos, con modelos de computadora que pueden diagnosticar con precisión el cáncer de seno a partir de mamografías e identificar la enfermedad de Alzheimer a partir de escáneres cerebrales.

Al analizar una gran cantidad de datos de una variedad diversa de fuentes, como datos de salud, ubicación y clima, es posible desarrollar algoritmos que puedan identificar patrones en los datos y crear modelos predictivos para anticipar futuros brotes de enfermedades, lo que permite que los expertos y las autoridades sean proactivos en la respuesta a futuras eventualidades.

La Inteligencia Artificial ha demostrado ser efectiva en brotes de otras enfermedades, por ejemplo, en 2018, se usó para poder predecir brotes de dengue. La plataforma fue capaz de predecir dónde ocurrirían los brotes de la enfermedad en Malasia y Brasil con tres meses de anticipación con más del 80% de precisión.

Es importante señalar que además la implementación de la Inteligencia Artificial ha demostrado ser exitosa en numerosas ramas de la atención médica, como en la identificación de tumores cerebrales y en la mejora de los tratamientos.

Estamos convencidos de que la tecnología existe para combatir las emergencias médicas. Los gobiernos tienen una gran cantidad de datos que pueden usarse en la lucha contra los virus, pero no siempre saben qué hacer con ellos. En este caso, la tecnología puede profundizar y descubrir información de los enormes volúmenes de datos a los que tienen acceso y así poder tener un mayor conocimiento que dé como resultado una mejor toma de decisiones.

Con el uso de la tecnología avanzada – la cual ya está disponible -, el coronavirus ya no debería ser un asunto desconocido, secreto o misterioso. La combinación de Inteligencia Artificial, experiencia humana y colaboración global es la forma más rápida y eficiente de terminar con la propagación del coronavirus y de cualquier otro tipo de epidemias y riesgos sanitarios.

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