Por: Hernán Imhoff

Presidente Cámara de Comercio y Turismo de Tamarindo, Guanacaste, Costa Rica

Hace unas horas la empresa que administra el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber en la ciudad de Liberia (Provincia de Guanacaste), Costa Rica, anunció que luego de  muchas vicisitudes ocasionadas por el Covid-19 la llegada de turistas a esa terminal aérea repuntó tras muchos meses de números a la baja.

No obstante, que aún falta mucho camino por recorrer para enderezar el rumbo, al menos casi la totalidad de las aerolíneas que arribaban a la “Ciudad Blanca” desde Canadá, Estados Unidos y Europa regresaron con sus frecuencias de vuelo habituales una buena señal de que estamos en el camino correcto.

Sin embargo, debemos tener muy claro que los viejos modelos de gestión del negocio turístico están destinados a morir si queremos que esa recuperación sea sostenible en el tiempo. Atrás quedarán formas antiguas de modelar y planificar las estrategias comerciales para satisfacer la demanda de un cliente que ahora tendrá nuevas preocupaciones, además, es casi seguro que habrá una competencia más intensa para recuperar a los visitantes.

Un análisis de la empresa alemana en tecnología SAP, indica que “las  demandas del viajero, la presión financiera, los avances tecnológicos y el crecimiento global están cambiando las reglas del juego” en este sector de la economía.

Por eso, en adelante debemos ser mucho más proactivos en cuanto a la captura de nuevos mercados para dejar atrás el conformismo de antaño donde se daba por sentado que los clientes iban a llegar sí o sí como por arte de magia.

Otros escenarios

Necesitamos conocer mejor cuál será el perfil del turista PostCovid-19 que seguramente pondrá como una de sus primeras prioridades un ambiente de salubridad 100 por ciento seguro para la protección de él y su familia.

Más allá de la tradicional oferta de playa, sol y montaña debemos explorar nuevas ofertas como el segmento del bienestar, el relacionado con las tradiciones culturales que tanto atraen la curiosidad de quienes llegan del Mundo Desarrollado o las prácticas de producción sostenible como la agricultura libre de agroquímicos.

Es muy posible que conforme baje el ritmo de los contagios esos nichos de mercado se vayan perfilando con más claridad, pero estamos a tiempo para lograr esa transformación empresarial de nuestros negocios.

Afortunadamente, en el caso de la provincia de Guanacaste tenemos un largo historial de capacidad de adaptación. Es cuestión de cambiar la mentalidad para convertir a la innovación permamente en el primer mandamiento.

¡Sí se puede!

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