El estudio satelital del cultivo de palma de aceite en Guatemala del período 1989 – 2020 realizado por la organización holandesa Satelligence, reveló que el cultivo de palma no ha contribuido significativamente con la deforestación en el país.

La Gremial de Palmicultores de Guatemala (GREPALMA) con el apoyo técnico de Satelligence, presentó el informe del estudio Monitoreo satelital para el desarrollo sostenible de la producción de aceite de palma en Guatemala. Los resultados corresponden al monitoreo satelital de 37,770 km² de territorio guatemalteco, que comprende parte de los departamentos de Petén, Izabal, Alta Verapaz, Escuintla, San Marcos, Suchitepéquez, Retalhuleu, Quetzaltenango, Quiché y Chimaltenango; donde se monitorearon las áreas de establecimiento del cultivo de palma y sus alrededores.  

De acuerdo al análisis de imágenes satelitales del período 1989-2020 realizado por Satelligence, con una precisión del 98.6%, se identificó que un total de 180,614 hectáreas de cultivo de palma de aceite se encuentran sembradas en Guatemala lo que representa el 2.46% del área cultivable del país; de estas hectáreas, analizando los últimos 32 años, precisaron que 16,470 están asociadas a deforestación.  

“A diferencia de la mayoría de los países productores de palma de aceite, en Guatemala, más del 90% de las plantaciones se han establecido en tierra con bajos niveles de carbono y no están relacionadas a la deforestación” informó Niels Wielaard, fundador y director de Satelligence.

Durante su presentación Satelligence enfatizó que la deforestación histórica en Guatemala, responde a múltiples factores y actividades productivas y no está significativamente relacionada al cultivo de palma. 

“De acuerdo con datos del Sistema de Información Forestal de Guatemala, entre 1989 y 2020 se perdieron alrededor de 2,455,617 hectáreas de bosque en el país. Considerando esta información y los hallazgos de Satelligence, se estima que el cultivo de palma de aceite representa el 0.67% del total de la deforestación a nivel nacional”, indicó Karen Rosales, directora ejecutiva de GREPALMA.    

En contrapeso de ello, en la actualidad, cerca de 6 mil 500 hectáreas conservadas de bosque se encuentran bajo manejo dentro de fincas de socios de GREPALMA. Asimismo, empresas del sector apoyan los esfuerzos de preservación de la biodiversidad; un ejemplo de ello es la conservación de más de 19,000 hectáreas en la Reserva de la Biosfera Maya con el apoyo directo de palmicultores y otras organizaciones internacionales. Esto refleja el compromiso del sector con la conservación ambiental y la producción sostenible de aceite de palma.

Los resultados de este estudio se convierten en un punto de partida del Sistema Nacional de Monitoreo para el Desarrollo Sostenible de Aceite de palma en Guatemala, impulsado por GREPALMA y sus socios, el cual define tres líneas de acción, siendo estas: 1) Monitoreo satelital permanente de plantaciones de palma de aceite de socios de GREPALMA para asegurar una cadena de suministro libre de deforestación; 2) Creación de la Mesa Interinstitucional de Cero Deforestación con actores públicos y privados, academia y organizaciones internacionales para dar seguimiento y continuidad a los compromisos adquiridos y; 3) Fomento de programas, proyectos e iniciativas que impulsen la conservación ambiental. 

El monitoreo satelital para verificar el cumplimiento del compromiso de Cero Deforestación asumido por el gremio palmicutor, inició en el mes de octubre del año 2020; Satelligence reportó que durante el cuarto trimestre del año 2020 y el primer trimestre del año 2021, cero hectáreas han sido deforestadas para el crecimiento del cultivo de palma de aceite en Guatemala. 

“Para ser consistentes, transparentes y propositivos, hemos conformado la Mesa Interinstitucional de Cero Deforestación que dará inicio en junio de este año, marcando así un precedente muy relevante para nuestro país; esta mesa estará integrada por representantes del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN); del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA); del Instituto Nacional de Bosques (INAB); del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP); de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG); la Gremial Forestal; la Fundación Solidaridad Network, World Wild Fund (WWF) y GREPALMA”, resaltó Rosales.  

Por su parte, Francisco Naranjo, director de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible para Latinoamerica (RSPO LATAM) reconoció que, “Guatemala es el país con más alto porcentaje de aceite sostenible certificado por RSPO a nivel global, estando por encima del 50% de su producción total, y que, el Sistema Nacional de Monitoreo Satelital de GREPALMA está totalmente alineado con las propuestas de sostenibilidad como la de la RSPO”.

“La agroindustria de aceite de palma es un motor de desarrollo para Guatemala; el crecimiento de nuestro sector lo concebimos de la mano de prácticas sostenibles, responsables con el medio ambiente y libre de deforestación”, concluyó Rosales.  

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