Por: Wendi Villagrán
Nuestro equilibrio psicológico y nuestro sentido de seguridad interior, que subyace en nuestra estabilidad, están influenciados por la autoestima, que es un fundamento importante de la personalidad.
La importancia de la autoestima
En una perspectiva de prevención e inversión en la humanidad, los padres, los maestros y la sociedad deben ser conscientes de la importancia de la autoestima saludable en el futuro de nuestros jóvenes.
Por lo tanto, será posible evitar las consecuencias desastrosas de la falta de autoestima que pueden desencadenar en el joven y futuro adulto:
La falta de autoestima tiene profundas consecuencias en todas las áreas de nuestras vidas, en las decisiones que tomamos, en los amigos que elegimos, en el tipo de relación que establecemos con los demás o en las relaciones románticas. Además, tiene repercusiones en nuestras expectativas y en los resultados que logramos, y también en nuestra actitud general hacia la existencia. También daña el optimismo, la energía y la alegría de vivir.
El pedagogo Germain Duclos, en su libro Autoestima para el rescate, Explica a los padres cómo ayudar a sus hijos a lograr buenos resultados en la escuela, en los deportes y en la vida en general.
Específicamente: identifica las principales causas de la baja autoestima en los diferentes contextos en que se mueve el niño; explica cuáles son las palabras y los comportamientos que lastiman, socavando la autoconfianza; propone las soluciones más efectivas para mejorar el potencial único y especial de cada niño.
Aquí hay algunas ideas tomadas de su libro.
1. Enséñale a tu hijo que tiene el poder de actuar
Explica a tu hijo que los resultados no son mágicos, pero que existe una conexión lógica entre cómo se comporta y el resultado final que obtendrá.
Para tener éxito en la escuela, un estudiante debe tener ciertas actitudes: prestar atención, estudiar, estar motivado, ser autónomo y responsable. Lo que puedes hacer es ayudarlo a desarrollar estos comportamientos.
2. Ayúdalo a mejorar la atención
Si tu hijo no obtiene buenos resultados en la escuela, tal vez no tenga cuidado en la escuela y requiera prestar más atención. Si este es el problema, evita echarle la culpa. Habla con él y busca estrategias para superar esta dificultad.
Pídele que identifique, tal vez haciendo una lista, que son, en su opinión, los estímulos visuales y auditivos que más lo distraen; de esta manera él se dará cuenta y tomará un poco de consciencia sobre lo que debe modificar. Ciertamente es un primer paso para superarlo.
Es necesario expresarle comentarios positivos sobre cómo está tratando de resolver el problema, y darle la responsabilidad de cambiarlo para conseguir mejores calificaciones.
3. Motívalo
Los premios, las promesas o los castigos son totalmente ineficaces para motivar a un niño a mejorar en la escuela. El niño debe encontrar en sí mismo el placer de hacerlo bien y de tener éxito. Lo que puedes hacer es intentar fomentar el nacimiento de esta motivación. Algunas ideas pueden ser:
Busca todas las oportunidades para mostrarle lo útil que es lo que aprende en la escuela, incluso en las cosas que no le gustan: por ejemplo, aprender a leer lo ayudará a leer sus libros favoritos sin depender de nadie.
Anímalo a que practique lo que aprende: escribir una carta a un amigo, leer una receta, contar monedas para pagar un helado, etcétera.
Demuéstrale que te importa más su proceso de aprendizaje que sus calificaciones.
Estimúlalo para enfrentarse a sí mismo y su progreso y no para que se enfrente con los demás. Evita la competencia que siempre es perjudicial.
4. Anímalo a encontrar su método de estudio
Cuando tenga que hacer su tarea, ayúdalo a encontrar el método de estudio que mejor se adapte a su carácter y su tipo de inteligencia:
Déjalo moverse por la habitación si es un niño cinético.
Sugiérale que haga patrones y dibujos si es visual.
Muéstrale los pasos lógicos de una tarea si tiene una mente matemática
Haz que repita la lección en voz alta si tiene una inteligencia lingüística.
Experimentando encontrarás el mejor método que se adapte al niño.
5. Autonomía y sentido de responsabilidad
La autonomía es fundamental para el desarrollo del niño y emprender una autoestima saludable. Para desarrollarlo es imprescindible evitar su sobreprotección. La sobreprotección impide la autonomía y mantiene al niño en un estado de dependencia.
Cada gesto que un padre toma en lugar del niño, cuando tiene la posibilidad de actuar, perjudica su autonomía. Tienes que animar a tu hijo a sentir que él es el único responsable. Esto es lo que puedes hacer para desarrollar autonomía y responsabilidad en el niño:
Anímalo diariamente a tomar pequeñas decisiones solo (obviamente dentro de los límites): el puede decidir qué camiseta usar, a quién invitar en la casa, ya sea para comenzar con las matemáticas o la tarea; ayúdale a aceptar las consecuencias de sus elecciones.
Anímalo a completar lo que comenzó (si quería inscribirse en el curso de tenis, no se rendirá a mediados de año, terminará el curso y luego verá)
Dale pequeñas responsabilidades apropiadas para la edad, por ejemplo, alimentar al gato, ordenar sus juguetes, etc.
Señálale su fuerza y reconoce su compromiso.
Anímale a tomar iniciativas.
6. Nunca culpes al profesor
Acostumbrarse a las responsabilidades también significa que si te equivocas en la escuela no tienes que culpar a los maestros, con frases como: «tienes dificultades porque el maestro no explica bien.
Esta actitud, que busca preservar al niño de cierta incomodidad, no lo ayuda realmente a sentirse a sí mismo como el protagonista.
Si el maestro es un problema, discútelo directamente con el maestro. Puedes decirle a tu hijo: No puedes cambiar de profesor, pero ¿qué puede hacer tú?.
Solo de esta manera será consciente de que todos tienen poder sobre sí mismo, pero no sobre los demás. El rol del padre es ayudar al niño a comprender que él es el actor principal de su aprendizaje y que debe tomar decisiones personales. Dándole responsabilidad, el niño podrá demostrarse a sí mismo que tiene todas las habilidades para progresar.
7. Tu amor debe ser incondicional
Los padres deben hacer que el niño sienta que su apego a él es incondicional. Es amado por lo que hace, pero también por lo que es. Intenta empatizar con tu hijo, capta sus sentimientos después de una falla y acompáñalo a encontrar las estrategias correctas para mejorar. Debes hacerlo con complicidad, amor y empatía.
Solo al cometer errores encontrará su método para lograr sus objetivos. El padre primero debe hacerle entender que ganar siempre no es importante y que una mala calificación no es un fracaso. Es de los errores que aprendemos a mejorar.
8. Apóyalo después de un fallo
Si el niño es criticado verbalmente, quizás se ve a sí mismo como un estúpido, después de una falla, debes intervenir de inmediato: sentir empatía y mostrarle que comprendes su desaliento, no menosprecies su sentimiento de fracaso, sino que deberás decirle firmemente que no aceptas que se sienta estúpido. Debes hacerle saber, repetidamente, que un fracaso no significa algo negativo, sino que es simplemente una manera de aprender a mejorar.
Recuérdale sus éxitos pasados o el éxito que tiene en un entorno no escolar (deportivo o social); De esta manera, le permite sentir un sentimiento de orgullo que aumenta su autoestima. El sentido de competencia se basa en una gran cantidad de recuerdos positivos para superar las dificultades.
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Psicología y Reflexiones