La participación de las mujeres en la fuerza laboral, incrementaría el PIB mundial en 26 por ciento para el año 2030; en América Latina en 14 por ciento y las mujeres aumentarían sus ingresos en un 76 por ciento.
Por Paola Santos, Directora de Recursos Humanos de SAP Región Norte de América Latina y el Caribe
Estamos inmersos en un proceso de transformación de la industria tecnológica debido a fenómenos como la digitalización que está cambiando los modos de fabricar, transportar, colaborar y, lo más importante, las formas de comprender y satisfacer las necesidades de los clientes.
Pero junto con esos cambios las empresas sufren, desde hace varios años, un cambio organizacional encaminado hacia una mayor diversidad e inclusión como una oportunidad para abrir sus puertas a grupos que antes eran marginados.En el caso del sector femenino es claro que todavía debemos recorrer mucho camino para que más mujeres asuman posiciones de liderazgo en las firmas tecnológicas y se animen a ingresar en carreras de este tipo en las universidades.
En el caso particular de SAP ya iniciamos el cambio porque en la actualidad las mujeres ocupan aproximadamente el 26 por ciento de los puestos gerenciales; además, se estima alcanzar el 30 por ciento en el 2022. Y como se pregona con el ejemplo, por primera vez la región de Latinoamérica está en manos de una mujer altamente capacitada como Cristina Palmaka.
Para lograr este objetivo, la compañía está utilizando datos para determinar dónde los trabajadores, especialmente las mujeres, podrían estar experimentando obstáculos para progresar para que así ellas puedan avanzar rápidamente. Es imprescindible que en el lugar de trabajo, se diseñe una estrategia global efectiva de comunicación y entrenamiento.
Las empresas deben incentivar el respeto y tolerancia a diferentes perspectivas que fortalezcan una combinación fructífera de culturas, razas, etnias, orientación sexual, identidad o expresión de género, capacidad física o mental y situaciones laborales. En América Latina, en 19 países en los que se han realizado encuestas, las mujeres invierten el doble o triple de horas que los hombres en el trabajo no remunerado.
Gran Potencial
Un estudio deMckinsey Global Institute, la participación de las mujeres en la fuerza laboral, incrementaría el PIB mundial en 26 por ciento para el año 2030; en América Latina en 14 por ciento y las mujeres aumentarían sus ingresos en un 76 por ciento. “Por tanto, apostar por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, no es sólo una cuestión de justicia social, es una forma inteligente de hacer negocios”.
En la actualidad Guatemala ocupa el puesto 18 —de 19— entre países latinoamericanos en participación política de mujeres. En la última elección, fueron electas solo 31 mujeres como diputadas al Congreso, 19,38 por ciento 38% de las 160 curules. En los mismos comicios se eligió a 3,2 por ciento de mujeres. En la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG) el 24,48 por ciento de sus miembros son mujeres.
En relación con la participación de las mujeres en carreras de ciencia y tecnología un informe de la Universidad de Costa Rica indica que en ese país a partir del 2011 “las graduaciones en disciplinas científicas comenzaron a tener más rostro femenino. Los datos de la plataforma Hipatia, del Estado de la Nación, señalan que en el 2017 la titulación de mujeres en áreas científicas y tecnológicas reportaba una tasa de crecimiento promedio anual de 11,8 por ciento, mientras que la de los hombres era de 7,9 por ciento.
Para el caso de Panamá un Informe de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en asocio con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo indica que en esa nación “las mujeres encuentran mayores obstáculos que los hombres a lo largo de su carrera científica y participan poco en los cargos de toma de decisión de la sociedad del conocimiento”. No obstante el reporte señala que “los hallazgos muestran que, en Panamá, en todos los indicadores, incluso en aquellos donde la brecha de género sigue existiendo, ésta se ha reducido en los últimos doce años”.
Según la Organización Internacional del Trabajo en el mundo cerca de un tercio de las juntas directivas cuentan con el 30 por ciento de participación femenina; en América Latina y el Caribe hasta el 30 por ciento de los puestos de gerencia son ocupados por mujeres y en los países con mayor desarrollo, la proporción sube al 40 por ciento.