La empresa Monty Farm, que el año pasado exportó 8 mil toneladas de camote (o batata), al mercado europeo, generó esa producción en el marco de la Certificación de Buenas Prácticas Agrícolas otorgada por la Agencia Kiwa BCS.
Esta compañía agrícola, que funciona en el Departamento de La Paz (Honduras), genera mil empleos directos y 5 mil indirectos en la temporada más alta de la producción, opera con la norma GLOBALG.A.P. de Buenas Prácticas Agrícolas.
Humberto González, Gerente en Centroamérica de Kiwa BCS, destacó que la norma de Buenas Prácticas Agrícolas asegura ventajas como la: inocuidad alimentaria y trazabilidad, medio ambiente (incluyendo biodiversidad), salud, seguridad y bienestar del trabajador, bienestar animal, Manejo Integrado del Cultivo (MIC) y de las Plagas (MIP), Sistemas de Gestión de Calidad (SGC) y Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control.
“Este es un proyecto agrícola modelo en Honduras y Centroamérica, se trata de un caso de éxito sumamente importante para toda la región centroamericana porque la Certificación de Buenas Prácticas Agrícola requiere de una mayor eficiencia en la producción, además, mejora el desempeño del negocio y reduce el desperdicio de recursos necesarios”, explicó el Gerente de Kiwa BCS.
De acuerdo con números oficiales de la Secretaría de Agricultura de Honduras en el 2019 ese país produjo aproximadamente 27 mil toneladas métricas de camote un 72 por ciento más que en el 2018.
Esa misma fuente establece que se exportó a Estados Unidos (procesado), Canadá, Holanda, Francia, Reino Unido, España e Italia. En el 2019 se enviaron al exterior 22 mil 567 toneladas con un valor de US$ 10,4 millones, a mayo 2020 se habían exportado 7,5 toneladas con un saldo de US$ 4,4 millones.
La raíz del camote contiene grandes cantidades de almidón, vitaminas, fibras (celulosa y pectinas) y minerales; además, destaca por el contenido de potasio. En valor energético supera a la papa y en vitaminas resalta por la provitamina A (betacaroteno) las B1, C (ácido ascórbico) y E (tocoferol).
Doble beneficio
Según explicó Erick Peña, Gerente de Monty Farm, la operación con la norma GLOBALG.A.P. de Buenas Prácticas Agrícolas contribuye significativamente a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores del campo.
“Esta certificación tiene un doble beneficio para el país y la compañía. Por un lado, nos permite enviar el camote al mercado europeo donde el consumidor suele ser muy exigente con este tipo de temas, pero al mismo tiempo, permite ofrecer mayores beneficios al personal desde el punto de vista de un ambiente laboral mucho más sano”, ilustro el representante de Monty Farm.
Peña resaltó que la Certificación de Buenas Prácticas permite desarrollar técnicas agrícolas sostenibles que preservan la estabilidad del suelo al tiempo que producen los mejores cultivos mediante la rotación y; además, minimizan el uso de productos químicos.