Comunicar estratégicamente requiere de ser cuidados del mensaje a transmitir y de elegir el canal adecuado para cada uno de los grupos meta.
Según la revista Reid, actualmente las organizaciones requieren de herramientas que los ayuden a trascender barreras geográficas, culturales e ideológicas. Una de ellas, es la comunicación estratégica, apoyándolos en tener vigencia y lograr posicionar en la mente de su audiencia, la que ya se formaron una percepción del servicio, producto o marca.
Por ello, para comunicar estratégicamente se requiere ser consciente de las fortalezas y debilidades de la organización, de las características del entorno, de las peculiaridades de los públicos internos y externos, de sus necesidades, de los recursos humanos, económicos, técnicos y tecnológicos con los que se cuenta; es decir; se requiere conocer a la empresa y todo lo que le rodea.
La comunicación estratégica entonces requiere de mensajes comunicacionales cuidadosamente elaborados. La institución debe ser coherente a lo interno y externo. Debe iniciar a trabajar internamente para que los mensajes (intencionales o no) sean decodificados (comprendidos) como se plantearon para evitar confusión en sus públicos establecidos.
Si bien los resultados del trabajo comunicacional estratégico serán notorios al exterior de la organización, es a lo interno que debe llevar a cabo los cambios en la emisión de un mensaje y eligiendo eficientemente el canal para que la institución sea percibida tanto por sus colaboradores como por el público externo como confiable, transparente y eficaz.
Cabe mencionar que en un ambiente competitivo, la comunicación empresarial no debe ser considerada como un lujo y tampoco como una actividad periférica, sino como la voz de la estrategia.