El nuevo móvil de la compañía de Mountain View incorpora por primera vez reconocimiento facial y un sistema de control por gestos

La cámara ha sido el punto fuerte de los Pixel en sus últimas ediciones. Una vez más, la compañía de Mountain View vuelve a centrar su estrategia en la fotografía con el Pixel 4 y el Pixel 4XL, que han salido a la venta este lunes desde 759 euros. Frente a fabricantes que optan por dotar a sus terminales de un gran número de cámaras o megapíxeles, Google apuesta por mejorar el software de las mismas. Además, los nuevos smartphones de la compañía introducen otras novedades como el reconocimiento facial, el control por gestos o la transcripción automática de grabaciones.

Fotografías en ambientes con poca luz

El Pixel 4 y el Pixel 4 XL, diseñados íntegramente por Google, se distinguen de sus predecesores por un módulo cuadrado de cámaras en su parte trasera con dos sensores de 12,2 y 16 megapíxeles. EL PAÍS ha probado durante unos días el Pixel 4 XL, que consigue buenos resultados prácticamente en cualquier condición. De día, las fotografías se ven nítidas, con niveles adecuados de exposición y contraste y colores naturales. Para por la noche, el smartphone cuenta con un modo de visión nocturna que sube la iluminación de la imagen y en la mayoría de ocasiones permite apreciar con detalle diferentes texturas —por ejemplo, las hojas de los árboles—.

Además, el nuevo terminal mejora considerablemente el rendimiento en ambientes con poca luz. También soluciona algunos de los contratiempos a la hora de hacer fotografías a contraluz gracias a que cuenta con un control de exposición dual. El usuario puede utilizarlo para editar la exposición de luces y sombras por separado antes de hacer la foto y conseguir mejores resultados.

Pero a diferencia de algunos de sus rivales, los nuevos terminales no son capaces de grabar en resolución 4K y 60 fps. Google ha explicado el por qué a un usuario en Twitter de la siguiente manera: “El Pixel 4 graba en 4K y 30 fps con su cámara trasera. Descubrimos que la mayoría de los usuarios se quedan con 1080p, por lo que centramos nuestra energía en mejorar la calidad en este modo, en lugar de habilitar un modo 4k 60fps que podría ocupar hasta medio gigabyte de almacenamiento por minuto”.

Un polémico desbloqueo facial
Tanto en el Pixel 4 como en el Pixel 4 XL desaparece el sensor de huellas dactilar para desbloquear el terminal. Este es el primer smartphone de Google que incorpora desbloqueo facial. Es rápido y no suele fallar aunque se esté totalmente a oscuras. La compañía asegura que las imágenes y los datos biométricos que se usan en el desbloqueo facial se almacenan de forma segura y únicamente en el teléfono.

Pero esta nueva función, según ha comprobado este periódico, supone un importante problema de seguridad. E incluso la propia compañía lo advierte al activarla. “Otra persona puede desbloquear el teléfono si lo pone frente a tu cara, incluso si tienes los ojos cerrados”, explica. El periodista Chris Fox fue uno de los primeros en mostrarlo en un vídeo que compartió en Twitter. De esta forma, cualquier persona podría desbloquear el dispositivo de un usuario si por ejemplo este se encuentra dormido. Google ha asegurado al medio especializado en tecnología The Verge estar trabajando para resolverlo mediante una actualización. No obstante, según ha confirmado la compañía al mismo medio, la solución no llegará hasta dentro de unos meses.

Control por gestos
El gigante tecnológico también ha introducido por primera vez los gestos en sus smartphones con Motion Sense. Esto es posible gracias a la tecnología Soli, en la que Google lleva cinco años trabajando y que permite al terminal detectar los movimientos de las manos del usuario. Esta función, que puede ser activada y desactivada por el usuario, puede resultar útil a la hora de pasar de una canción a otra cuando se está escuchando música en el dispositivo sin necesidad de desbloquearlo. Basta con deslizar la mano por encima del terminal hacia la izquierda o hacia la derecha.

Esta tecnología podría resultar prometedora cuando los desarrolladores decidan utilizarla en sus aplicaciones. Pero, por el momento, las funciones que permiten los gestos son bastante limitadas. Además de saltar canciones, solo es posible posponer alarmas y silenciar llamadas. Aún así, el sistema también puede ser útil para predecir las acciones que va a realizar el usuario y mejorar su experiencia de uso. De esta forma, si detecta que este se va a acercar para desbloquear el teléfono, activa rápidamente los sensores para que el desbloqueo facial sea más rápido. Además, al acercar la mano al terminal, permite consultar la hora y las notificaciones.

Rendimiento y diseño
Mientras que el Pixel 4 cuenta con una batería de 2.800mAh, el Pixel 4XL tiene una de 3.700 mAh. La batería de ambos dispositivos, según la compañía, detecta cuáles son las aplicaciones más utilizadas y reduce el consumo de las que apenas se usan. Con un uso normal, la batería del Pixel 4 XL se extiende durante una jornada sin problema alguno. Pero con un uso intensivo del dispositivo —compartiendo Internet, reproduciendo vídeos y usando algunas de las apps más populares del mercado— no llega a media tarde.

El smartphone cuenta con 6GB de memoria RAM, un procesador Qualcomm Snapdragon 855 y con Pixel Neural Core. Se trata de un nuevo procesador diseñado por Google que mejora el rendimiento de funciones como Motion Sense, el desbloqueo facial y el asistente de voz. El rendimiento del móvil es muy fluido en prácticamente todos los supuestos. Ejecuta las apps sin problema y no hay ningún tipo de lag (retardo).

En cuanto al diseño, el Pixel 4 XL tiene una pantalla OLED de 6,3 pulgadas. Pese a que no es precisamente compacta, su manejo es cómodo. El smartphone no tiene notch. En su lugar, cuenta con un marco superior bastante ancho que integra la cámara frontal, el altavoz y el sensor para Motion Sense. Tampoco cuenta con jack de auriculares, lo que obliga al usuario a utilizar un adaptador o pasarse al sonido sin cables con auriculares que se conecten por bluetooth al terminal.

Transcripción automática y reconocimiento de música
Una de las aplicaciones en el terminal que puede resultar más prometedora para periodistas es Recorder. Funciona como una grabadora de voz y utiliza inteligencia artificial para transcribir automáticamente las grabaciones. El usuario puede además buscar un término concreto y la app le lleva al momento de la grabación en la que se utilizó esa palabra. Esta función por el momento solo está disponible con audios en inglés. Según ha podido comprobar este periódico, funciona considerablemente bien aunque aunque en ocasiones confunde palabras o presenta fallos si hay ruido de fondo.

Otra función curiosa del terminal es “está sonando”. Se trata de una especie de Shazam que es capaz de identificar en tiempo real el nombre de casi cualquier canción que suene cerca del dispositivo y muestra el nombre y el artista en la pantalla de bloqueo. Pese a que el usuario puede activar o desactivar esta función en cualquier momento, que el teléfono esté en constante escucha puede suscitar cierto debate en torno a la privacidad. Al activarlo, se asegura que nunca se envían audios ni conversaciones en segundo plano a Google.

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