Presentamos la serie Mylar, como resultado del laboratorio de arte contemporáneo realizado por la artista Katia Miranda, con la disciplina y la metodología propias de una residencia en autoconfinamiento. Como primer producto de esta experiencia, La artista ofrece al espectador 17 objetos de arte de carácter documental y artístico.
De suma importancia es la presentación de los pasos del proceso creativo por medio del Cuaderno electrónico de la artista, vídeos, fotografías y el propio montaje de los objetos de arte. La finalidad del conjunto busca ubicar a los espectadores en el contexto de la producción de las resoluciones estéticas que se exhiben: pinturas, frazadas de salvamento intervenidas y escultura contemporánea.
La trayectoria de Katia transmite la importancia que los materiales de desecho, en su mayoría no biodegradables, tienen en su trabajo. En esta oportunidad, su investigación está basada en el Mylar, un papel o textil recubierto de polietileno tereftalato (PET), que les proporciona una superficie brillante y protectora. Se utiliza como aislante eléctrico y térmico, material reflectante y decoración.
La artista está motivada por la fascinación que el reflejo y las cosas brillantes han ejercido sobre el espíritu del ser humano. Opina que el reflejo siempre ha parecido que esconde algo enigmático, que permite ver más allá de nosotros mismos. Nos cuenta que el Mylar fue creado en los años 50 para hacer los primeros trajes espaciales. Luego se aplicó a las frazadas utilizadas en el rescate de víctimas de naufragios o extraviadas en parques y bosques para protegerlas de las inclemencias del tiempo. Se emplea también para empacar alimentos y regalos.
La esencia de las obras de arte que se encuentran en el recorrido museográfico está sustentada por un programa de investigación surgido del curso Artista interior, dirigido por Renato Osoy. El desarrollo, que ocupó un año (enero-diciembre 2021), incluyó lectura de filosofía del arte, procesos cibernéticos, estudio y análisis de otros artistas y otros temas, todos relacionados con el reflejo y sus efectos en el ser humano. Cada momento inspiró un nuevo concepto y desencadenó una serie de acciones experimentales de la artista con el Mylar.
“Con esta propuesta quiero identificar el espíritu de nuestro tiempo. Continuamente nos desintegramos en datos digitales. El mundo virtual suple al mundo real cada vez que abrimos esas ventanas de luz para ver compulsivamente imágenes que nos intoxican. Estos reflejos son el ícono del selfi. Todo se transforma en datos para las redes. La vanidad es lo que hace el reflejo atractivo, sin darnos cuenta nos sonsacan un “me gusta”. En un instante nos perdemos en un narcisismo cósmico. Mis obras pretenden ser una analogía estética de esta percepción, en la que simulamos todos una doble vida”. Expresó Katia Miranda
“Estoy seguro que cada uno de ustedes quedará impresionado y con muchas inquietudes y reflexiones personales sobre el efecto que el reflejo y el brillo tiene en nuestra vida.” Puntualizó José Rozas-Botrán, Presidente de Fundación Rozas-Botrán.
Laberintos Visuales se presenta en la Galería 16 calle 4-66 zona 14 del 3 de marzo al 8 de abril. Los horarios de la Galería son de lunes a viernes, de 9:00 a 13:00 y de 14:00 a 16:00 horas, la entrada es libre.
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