El Informe de la II Encuesta Nacional de Discapacidad en Guatemala (ENDIS 2016) reporta que 13,073 personas tienenalguna deficiencia auditiva, la prevalencia entre los adultos es del 4%. Los resultados en niñez fueron del 0.6% en niños mayores de 2 años y en ambos grupos resaltó mayor porcentaje en hombres que en mujeres, tal y como pasa a nivel mundial.
FUNDAL informó sobre los temas de Sordera e Hipoacusia con el objetivo de sensibilizar a la sociedad guatemalteca con relación al cuidado de la audición.
Recordemos que el oído es el órgano encargado de recoger las ondas sonoras y dirigirlas para que se transformen en impulsos eléctricos y así llevar el estímulo hacia el cerebro en donde el sonido es interpretado. Es uno de los sentidos altamente conectados con la comunicación, por ende de vital importancia para las relaciones interpersonales y el aprendizaje.
Por su parte la sordera se define como la pérdida total de audición que impide el entendimiento del lenguaje oral con o sin audífono. Esta se puede clasificar según el grado de pérdida, lugar de la lesión y el momento en que se pierde la audición.
Por otro lado tenemos la hipoacusiaque es un trastorno sensorial que consiste en la pérdida auditiva (incapacidad para escuchar los sonidos), que dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación.
La forma de comunicación más natural y efectiva para una persona sorda, es la lengua de señas que basa su metodología en estímulos visuales.
FUNDAL desde el inicio de sus programas en 1998 ha generado las condiciones para que los estudiantes, sus familias y cualquier guatemalteco deseoso de aprender este tipo de comunicación, lo haga dentro de sus instalaciones. Actualmente están ofreciendo cursos de Lengua de Señas en línea, que dan inicio el próximo 19 de enero.
Dentro de las causas más comunes de la discapacidad auditiva se pueden mencionar: factores hereditarios, infecciones recurrentes del oído, meningitis, traumas, exposición permanente al ruido excesivo, entre otras. Al igual que cualquier otra discapacidad, muchas de las barreras que afronta una persona sorda se pueden reducir mediante la detección oportuna e intervención temprana. Esto incluye programas especializados de educación y enseñanza en lengua de señas, el uso de tecnologías de apoyo, por ejemplo, audífonos, implantes cocleares, subtítulos y otros recursos que pueden servir de ayuda a las personas con discapacidad auditiva de cualquier edad. Asímismo, las personas pueden mejorar su calidad de vida mediante terapia de lenguaje, estimulación auditiva y otros servicios complementarios.
De los 34 millones de niños que tienen sordera o hipoacusia en el mundo, un 60%, es decir 20.4 millones, han adquirido esta condición por causas prevenibles, esto según los datos expresados por la OMS.
América Latina y el Caribe representan el 9% de la carga de la pérdida de la agudeza auditiva en el mundo. Aproximadamente la mitad de todos los casos son fácilmente prevenibles o tratables, pero lamentablemente muchos países carecen de las medidas para prevenir y tratar las pérdidas auditivas. Siendo FUNDAL una organización especializada en discapacidad múltiple y sordoceguera, ha incluido en sus programas a estudiantes con sordera asociada a otra discapacidad .Desde 1998 FUNDAL ha atendido a más de 1,000 estudiantes. Solamente en el 2021, ofreció servicios a 105 estudiantes con sordera asociada a otra discapacidad, con una prevalencia del 54% en niños y 46%en niñas.